El trabajo de fuerza (blog)

 

¡Volvemos a la marcha después del verano!

Recordamos, como vimos en las anteriores publicaciones, la importancia de tener un control de nuestros parámetros en ayuno, y cómo añadir el trabajo aeróbico a nuestro día a día.

Una vez tenemos estos conocimientos, vamos a ver cómo vamos a añadir EL TRABAJO DE FUERZA en ese día a día.

La primera pregunta que seguro que nos viene a la cabeza es: 

 

¿Qué es el trabajo de fuerza?

En general, podemos decir que la fuerza es aquella capacidad que nos permite vencer una resistencia.

Esa resistencia puede ser el peso de nuestro propio cuerpo, o bien un objeto externo (por ejemplo, una goma elástica o una pesa). Con la repetición de este esfuerzo se consiguen unas adaptaciones en el organismo que van a permitir, a corto plazo, vencer esa resistencia, y a largo plazo, vencer resistencias mayores.

 

¿Qué me puede aportar la fuerza si padezco de EM?

Cómo ya hemos ido describiendo anteriormente, un paciente con EM padece frecuentes problemas motores, tales como la debilidad muscular, la pérdida del equilibrio o la espasticidad (tensión inusual o aumento del tono muscular).

Teniendo estas consideraciones en cuenta, este tipo de entrenamiento, en pacientes con EM, va a tener dos objetivos:

  • Frenar la pérdida de fuerza, pérdida que puede estar ocasionada por la propia patología o por el sedentarismo en el que incurren muchos de los diagnosticados.
  • Mejorar la producción de fuerza, para poder mejorar la calidad de vida, reduciendo la fatiga, mejorando la capacidad de caminar, mejorando la capacidad funcional de los miembros superiores e inferiores y mejorando la postura para prevenir posibles dolores.

 

¿Cómo vamos a trabajar la fuerza?

A nivel general vamos a utilizar estas directrices:

  • Utilizar unas resistencias suaves y asumibles que iremos adaptando con la mejora de nuestras capacidades.
  • Combinar el trabajo de las extremidades superiores, inferiores y el tronco.
  • Realizar una media de 4-6 ejercicios máximos por entrenamiento.
  • Realizar tres series de entre 8 y 12 repeticiones.

Ahora que ya sabemos de la importancia de añadir este tipo de trabajo en nuestros hábitos, y tenemos una pequeña noción de cómo hacerlo, aprovecharemos y en el próximo post os facilitaremos un vídeo con varios ejercicios que os pueden servir de referencia para generar vuestra propia rutina de fuerza.

 

Descargar pdf

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.